Signo de proteccón y amparo, que su sombra nos cobije siempre, que su luz nos guíe y nos acoja

miércoles, 7 de octubre de 2015

Recuerdos del pasado

En noches insomnes como esta, podría contar muchas cosas, y alguna vez lo haré, sin duda.
Si has pasado por aquí buscando algo, algo te daré, pero no sé si es lo que buscas.


Podría contar cómo fue aquel día lejano en el que amanecí haciendo pentáculos con aceite en una sartén para tostadas, allá, en Ostara de no sé qué año. Sería un relato interesante, una fría mañana en Madrid. Pentáculos para las tostadas, pero no para el círculo, nunca vi algo así.
Podría contar de corazones que huyen de la soledad que los atenaza, pero se encierran en su vaina, pidiéndolo todo sin ofrecer nada a cambio. Y no saben que la vida es un trueque, un toma y daca.



Podría hablar de secretos masónicos. ¿Cuál es el gran secreto? el gran secreto es que no hay secretos, que todo es humo. 

O podría hablar de niños discordianos, asustados de los sentimientos de su corazón, que ante la menor muestra de afecto huyen despavoridos destruyéndolo todo a sus espaldas como nuevos atilas. Y si no es eso es que tienen el corazón más negro que los dominicos.


Podría hablar de seres que se dicen devotos de la diosa y no han visto su verdadero rostro jamás. Pobres almas perdidas en su propia niebla. Ponen un altar y lo llenan de hierbas, hierbas que estarían mejor en un tarro para usarlas según sus propiedades. Quemar las plantas de la tierra me ha parecido siempre una barbaridad, menos cuando se queman rastrojos para la siembra.
Podría hablar de oscuros deseos entrevistos en el fondo de algunos corazones, de sexo que no es amor y ni siquiera es buen sexo. De seres tan pobres que tienen que buscar satisfacción enfermiza en la comida y en el sexo, venga de donde venga. Y su gran drama es que no se aman a sí mismos ¿cómo quieren ser amados por otros? 

También podría hablar de embrujadas y de Harry Potter, pero no merecen una sola línea. 

Menos aún los que hacen de esto su negocio. O consideran una web SU casa solo porque ellos la crearon, como si quien la ha hecho crecer y fructificar y ser algo vivo no fueran los usuarios que te la escriben cada día.
Y de los que invocan con gestos teatrales y palabras altisonantes, el corazón como un témpano (amigo, si no invocas con todo tu ser nadie acudirá a tu llamada).


Podría hablar de los curiosos que a nada se comprometen, almas tibias de ni sí ni no.

Y de los que, como mariposas en la luz, se sienten atraídos por el misterio, por lo prohibido e incluso por lo ilegal. Ansiosos de nuevas emociones catarán cualquier caldo que les ofrezcas, pero no aprenderán a fabricar ninguno. 

De las hechiceras que se lo creen, pero nunca "les funciona" (encendí las velas al revés? no eran del color adecuado?) Sandeces todo, el poder está en tu mente y en tu corazón, no en una vela hecha en algún país oriental por unos pobres niños o unos trabajadores esclavizados. 

Podría hablar de prestigiosos foros en los que de nada se habla realmente, porque apenas se copia y pega o se teoriza malamente. No se vive ni la wicca ni el paganismo ni leches fritas. Son solo la pobre bombilla a la que las embrujadas y Harri Potter van llegando en bandadas, para marcharse al poco tiempo, porque el llegar a 500 post no te da poderes mágicos, apenas un rango forero que no vale para nada, escasamente para inflar un ego monstruoso.


Hablaré.

Yo he amado y alentado a todos esos seres; yo he sido todos esos seres. Y compartí mi vida un tiempo con ellos. Mi vida, mi casa y mis ganas de aprender.
Me he equivocado, me he equivocado muchas veces, y ésa fue apenas una más. Pero el camino sigue y yo en él. No hay meta, la meta es el camino, la meta es crecer, conocerse cada vez un poco más y buscar ese misterio incognoscible al que llamamos Dios, Gran Espíritu o Wakan Tanka.
Puede que en esta madrugada me cree algún nuevo enemigo; no me importa, ya tengo muchos y uno más no hace peso. 

Y a pesar de todo os diré que la vida es hermosa, que este mundo es grande y que dentro de cada ser humano hay un paraíso maravilloso. Sólo hacen falta las agallas necesarias para adentrarse en las profundidades y descubrirlo, coger el candil, bajar las escaleras y estar dispuesto a enfrentarse a las sombras, pues al fin y al cabo no son nada más, ni tienen poder real para dañarnos. Bajar a lo más profundo, porque solo allí podremos reconciliarnos con el pasado y perdonar. Pero hace falta valor y honestidad absoluta con nosotros mismos.


Perdonar no es olvidar,no sé si mis errores servirán a otros para no cometer los mismos, no sé si la experiencia ajena vale para algo.

Naroha Atalanta

Fotografía aquel mismo día, sí, un arroyo transparente.