Signo de proteccón y amparo, que su sombra nos cobije siempre, que su luz nos guíe y nos acoja

lunes, 10 de mayo de 2010

Un ritual pigmeo

Sigo con el libro de Colin Wilson que ya os conté.
Estoy en la página 257, y cuenta una historia que me ha parecido interesante. Habla de un tal Frobenius, que no sé quién era y que viajaba por la selva con los pigmeos. Me parece un interesante ejemplo de ritual mágico, y de cómo funciona. Colin lo copia de Jaquetta Hawkes, y la obra es Man and the Sun:

"Frobenius viajaba a través de la jungla con varios de estos hábiles y valientes pequeños cazadores cuando, al caer la noche, surgió la necesidad de carne fresca. El hombre blanco preguntó a sus compañeros si podían matar un antílope. La insensatez de la pregunta los dejó atónitos. Explicaron que aquel día no podían cazar porque no habían hecho los preparativos apropiados; prometieron que saldrían de cacería por la mañana. Frobenius sintió curiosidad por saber en qué podían consistir los preparativos, así que se levantó antes de que amaneciera y se escondió en la cima de la colina que los hombres habían elegido. Aparecieron todos los pigmeos del grupo, tres hombres y una mujer, y al poco alisaron la superficie de una pequeña extensión de arena y trazaron un dibujo en ella. Se quedaron esperando; luego, al salir el sol, uno de los hombres disparó una flecha contra el dibujo, mientras la mujer alzaba los brazos hacia el sol y profería exclamaciones . Los hombres se internaron corriendo en la selva. Al acercarse al lugar, Frobenius se encontró con que el dibujo representaba un antílope y la fecha estaba clavada en el cuello. Más adelante, después de que los cazadores volvieran con un hermoso antílope que tenía el cuello atravesado por una flecha, algunos de ellos arrancaron mechones de pelo del animal y llenaron una calabaza con su sangre, cubrieron el dibujo con todo ello y luego lo borraron"

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