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martes, 30 de marzo de 2010

Origen pagano de la Semana Santa




La semana en la que nada es lo que parece.
La semana santa es la semana en la que cae la primera luna llena después del equinoccio de primavera, eso lo ignoran muchos cristianos; aunque quizá es porque la iglesia no se lo explica. Saben apenas que la semana santa se mueve, pero no saben en torno a qué se mueve.

Y se mueve alrededor de algo tan femenino y tan pagano como la luna llena.

Para empezar, el origen de la palabra “Pascua” es de origen judío El origen de la palabra es “Pascha” (Heb. “Pesaj”; Gr. “Pasja”), la fiesta ordenada por Jehová (Lev. 23: 27-44) como Sábado de Expiaciones en recuerdo a la salida de Israel de Egipto. En las regiones Nórdicas de Europa, así como también en los Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado en varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de diferentes colores, éstos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre?

Según un mito Babilonio, había un huevo de gran tamaño que había caído desde el cielo al río Eufrates. De este maravilloso huevo fue engendrada la diosa Astarté. Por esto el símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa (en el idioma ingles se usa Easter)

Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe. La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo y en los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado. En el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados como un símbolo de la Diosa. Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol

Si nos damos cuenta y retrocedemos los cuarenta días de la cuaresma, vemos que el inicio de esta cae muy cerca de Imbolc y abarca el período entre esta fiesta y Ostara, y sorprende la similitud del origen de este nombre ( eostre/easter ) con el nombre de la Diosa Astarté, la que según el mito babilonio surge del huevo caído del cielo. Astarté o Isthar.

Las procesiones ya se celebraban en muchos cultos antiguos, tales como egipto.

El conejo es un símbolo de fertilidad que celebra la llegada de la primavera. Estos animales son tremendamente prolíficos, no es difícil que en una sola camada nazcan 10 ó 15 crías.

Los tambores se usan para alejar los malos espíritus del lugar, por eso en las procesiones suelen ir en primera fila, para ir "despejando " el recorrido de la procesión.

Yo os aconsejo acercaros a las procesiones, sobre todo sencillas procesiones de pueblo para que veáis el espíritu pagano que encierran.

Y si asistís a la misa del sábado de gloria, podréis presenciar el rito del fuego nuevo; veréis al cura delante de la iglesia encendiendo una foagata, asistido por uno o varios monaguillos, y veréis luego, ya dentro de la iglesia, cómo se apagan todas las luces, quedando el templo tan solo iluminado por las velas encendidas con ese fuego nuevo ( se suele dar una a cada asistente ). A lo largo de la ceremonia, podréis asistir también a la bendición del cirio pascual y a la consagración del agua bendita.

Copio de Wikipedia, por si os interesa:

En la Vigilia Pascual, la Iglesia Católica celebra una liturgia muy especial, y lo hace con la máxima solemnidad. Empiezan los oficios con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo. De ese fuego se enciende el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. Acto seguido, los fieles encienden sus velas propias de la llama del Cirio. Llegados al presbiterio, se coloca en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón, se encienden todas las luces del templo y se canta el Exsultet, o pregón pascual antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo, que envolvera toda la liturgia de esta noche.

Luego continua con la Liturgia de la Palabra, en la que se leen siete relatos del Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras estos sigue la Vigilia con la entonación del Gloria que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con repique de campanas. Se procede a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras este lectura y previo al Evangelio se entona de manera solemne el Aleluya, y se procede a leer el Evangelio correspondiente. En el caso del Aleluya y del Gloria, se puede cantar empleando instrumentos festivos.

Tras la homilía tiene lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administra el Bautismo a los nuevos cristianos de ese año y se bendice el agua de la pila bautismal y se cantan las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renuevan sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se los asperja con agua bendita. Finalmente, se continua la Misa con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Se acostumbra a realizar la Eucaristía bajo las dos especies. La eucaristía, como siempre termina con el envió a la misión Ite missa est, que en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añade.

Comprenderéis que hay cosas que nunca mueren, solo se transforman, y cuanto paganismo hay en el cristianismo, aunque muchos no lo sepan.

Naroha

1 comentario:

  1. Extraído de EL GLOSARIO TEOSOFICO DE BLAVATSKY:

    Pascua (Del hebreo pêsaj, tránsito).- Su término equivalente inglés, Easter, viene evidentemente de Ostara, la diosa escandinava de la primavera. Era el símbolo de la resurrección de toda la Naturaleza, y era adorada al principio de la estación florida. Era costumbre entre los paganos escandinavos antiguos en dicha época del año, cambiar entre sí huevos de color, llamados "huevos de Ostara", que han venido a ser los actuales "huevos de Pascua". Segun se expresa en la obra Asgard y los Dioses, "el cristianismo dio otro significado a esta antigua costumbre, relacionándola con la fiesta de la Resurrección del Salvador, el cual, como la vida latente en el huevo, durmió en el sepulcro durante tres días antes de que despertara a la nueva vida". Esto era lo más natural, puesto que Cristo estaba identificado con aquel mismo Sol de la primavera que se despierta en toda su gloria después de la lúgubre y prolongada muerte del invierno. [Esta misma idea, aunque ligeramente velada, la expone Goethe en la bellísima y pintoresca escena del domingo de Pascua, que figura en la primera parte del Fausto.] -Una de las pruebas más palmarias de la íntima relación que existe entre el cristianismo y el culto del sol y de la luna es el hecho de haber fijado irrevocablemente la Iglesia romana la fiesta de Pascua de Resurrección en el domingo (día del Sol) que sigue inmediatamente al décimocuarto día de la luna de Marzo. Los cristianos de Oriente celebraban dicha fiesta el día décimocuarto de la luna que sigue al equinoccio de primavera, cualquiera que fuese el día de la semana en que cayese. De ahí el nombre que se le dió de quartodécimans. Por otra parte, se ve una estrecha relación entre la fiesta pascual y la vida de la Naturaleza, en el significativo hecho de la distinción establecida entre la Pascua de Resurrección o florida, así llamada por celebrarse en la época de florecimiento de las plantas, y la Pascua de Pentescostés, designada vulgramente en Cataluña con el calificativo de granada, que se celebra siete semanas más tarde, en el tiempo en que comienza la recolección de los frutos de la tierra, por lo cual se designa en las Escrituras con el nombre de Fiesta de las Primicias, que celebraban solemnemente los judíos también cincuenta días después de la primera Pascua. -Véase: Huevos de Pascua y Pentecostés.

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